Comunicación y empatía: claves para la cohesión y productividad del equipo.

06.03.2024

Mejorar la comunicación de equipo es fundamental para alcanzar objetivos comunes y fomentar un ambiente de trabajo saludable y productivo. Inspirándonos en los principios de la Comunicación No Violenta (CNV) de Marshall B. Rosenberg, se pueden establecer prácticas que promuevan la empatía, la escucha activa y la expresión honesta y clara de necesidades y sentimientos dentro del equipo. 

Estos son algunos pasos claves basados en la CNV para mejorar la dinámica de equipo:

  1. Observar sin evaluar: aprender a observar los hechos específicos relacionados con el comportamiento o el desempeño de los miembros del equipo sin emitir juicios o evaluaciones personales. Esto ayuda a centrar la discusión en los comportamientos observables y no en las percepciones subjetivas.

  2. Identificar y expresar sentimientos: fomentar un ambiente en el que los miembros del equipo se sientan seguros para expresar sus sentimientos y necesidades de manera abierta. Reconocer y validar los sentimientos de los demás puede mejorar significativamente la comunicación y la cohesión del equipo.

  3. Asumir la responsabilidad de nuestros sentimientos: animar a los miembros del equipo a reconocer que sus sentimientos surgen de sus propias necesidades cumplidas o no cumplidas, en lugar de ser causados directamente por las acciones de otros. Esto promueve la autorreflexión y reduce el sentimiento de culpa.

  4. Hacer peticiones claras y concretas: cuando se necesite un cambio o ajuste en el comportamiento de los miembros del equipo, es crucial expresar esas necesidades como peticiones claras y concretas en lugar de exigencias. Esto implica ser específico sobre la acción deseada, lo que facilita la comprensión y el cumplimiento.

  5. Trabajar la empatía: desarrollar la habilidad de escuchar con empatía, intentando comprender los sentimientos y necesidades subyacentes en la comunicación de los demás. Esto no solo mejora la calidad de las relaciones entre los miembros del equipo, sino que también ayuda a prevenir malentendidos y conflictos. Y no solo en momentos de conflicto, sino utilizar la empatía como una constante en la interacción diaria. Esto implica un esfuerzo por comprender las perspectivas de los demás y ofrecer apoyo emocional cuando sea necesario.

Aplicando estos principios de la CNV en la dinámica de equipo, se puede construir un entorno de trabajo basado en el respeto mutuo, la comprensión y la cooperación. Esto no solo mejora la moral y la satisfacción laboral, sino que también conduce a una mayor eficiencia y éxito en la consecución de objetivos comunes.